

Inseguridad en Benito Legerén. Una vez más, los vecinos del barrio de Concordia, alzaron la voz ante lo que describen como una “preocupante escalada de robos” que azota a la zona desde hace meses. En un comunicado enviado a la redacción de Diario Río Uruguay, expresaron su malestar y cansancio frente a una situación que, aseguran, “empeora semana tras semana”.
“En los últimos meses, el barrio Benito Legerén atraviesa una preocupante escalada de robos que mantiene en vilo a sus habitantes”, comienza el escrito, que refleja el hartazgo de una comunidad que se siente desprotegida. Los denunciantes advierten que los delitos ocurren “a cualquier hora del día o la noche”, afectando tanto a viviendas particulares como a espacios públicos.
Lo que más preocupa a los vecinos es que, en muchos casos, los autores de los robos ya están identificados. “Muchos de estos hechos quedan registrados en cámaras de seguridad particulares o son presenciados directamente por los vecinos, quienes ya identifican a los responsables, en muchos casos siempre los mismos”, señalaron. Sin embargo, cuestionan que “la respuesta policial resulta insuficiente”.
Respuesta policial
La falta de recursos y presencia efectiva de la fuerza policial local aparece como uno de los principales reclamos. Según indican, la policía no cuenta con la capacidad operativa necesaria para patrullar el barrio ni para responder con la rapidez que las situaciones exigen.
“Esta situación genera una creciente sensación de abandono e impotencia entre quienes viven en Benito Legerén. La gente está cansada, preocupada, y comienza a preguntarse hasta cuándo deberán seguir viviendo con miedo en su propio hogar”, continúa el comunicado.
Frente a este panorama, la comunidad exige acciones concretas: “Se necesitan más recursos policiales, presencia sostenida de patrulleros, acciones de prevención, y sobre todo, un compromiso firme de las autoridades municipales y provinciales para devolverle al barrio la tranquilidad que merece”.
Reclamo a las autoridades
Lejos de tratarse de un hecho aislado, los vecinos remarcan que se trata de una realidad persistente. “No se trata de un reclamo aislado ni de un hecho puntual. Es una realidad que empeora semana tras semana, y que ya no puede ser ignorada. Es hora de que quienes tienen responsabilidad institucional escuchen a la comunidad y actúen en consecuencia”, concluye el texto.