En ese marco, la estilista Gabriela Coduri repasó su trayectoria y consideró que estas tres décadas responden "a priorizar por sobre todo la calidad en el servicio y la atención en cada cliente", sobre todo en un ámbito en el que la competencia se renueva constantemente. Lo cual, “también te obliga a buscar un perfeccionamiento constante, porque incluso desde nuestra propia academia salen destacados profesionales", subrayando que "esa es otra pasión, la de formar nuevos colegas”.
En cuanto a sus inicios en la actividad, hace exactamente 30 años, recordó que “empecé siendo una niña de 17 años, en un salón muy importante en Concordia, donde trabajé seis años, antes de dar el paso hacia la independencia", que se coronó "con poner mi propia peluquería, con mi impronta”. Y a partir de allí, "ir construyendo cimiento a cimiento, lo que es hoy este salón”, ubicado en calle San Luis, entre Vélez Sarsfield y Güemes.
Sobre la relevancia que hoy tiene el sello de su firma, Gabriela Coduri aseguró que “una por ahí no se da cuenta desde este lugar, porque se trabaja día a día sin observar los avances. Pero cuando pasan estos eventos especiales, como cumplir 30 años de trabajo, te das cuenta de lo que significa la marca y cómo la valoran todos tus clientes”.
Modernidad
Consultada sobre el peso de las nuevas tecnologías a la hora de brindar un servicio, Coduri comentó que “todavía los estamos adaptando a esos cambios” y mencionó que “hoy tengo una CM que está manejando las redes”, con el objetivo de “apuntar a un público más joven en esta nueva era”, dado que “mi público siempre fue de más de 30 años y, por eso, tengo seguidoras de hasta 90 años”.
Asimismo, valoró que, con el paso del tiempo, el salón recibió “a muchas clientas que vienen de otros lados”, motivo por el que “tengo gente que viene de Uruguay, de Concepción del Uruguay, de San Salvador, de Federación, de todos lados”.
Comienzos
En retrospectiva, Coduri se remontó a sus primeros años delante de una peluquería y recordó que “en el momento en el que compré el salón, que fue más o menos en el 2004, yo no me sentía preparada para estar al frente de un lugar tan importante y fue una etapa de miedo, de incertidumbre, pero dije me largo por todo y bueno, empecé a capacitarme y a esto llegamos”.
No obstante, subrayó y alentó siempre al paso hacia adelante, ya que desde su experiencia "a eso lo recuerdo siempre, porque la verdad los caminos eran simples: o me quedaba trabajando en relación de dependencia, o pegaba el salto a jugarme por mi sueño”.
30 años
Hoy, luego de 30 años de servicio, Coduri agradece especialmente “a mi familia porque me apoya siempre y a mis hijos, porque en esta profesión comencé trabajando 12 horas diarias y los chicos tenían a su mamá ausente. Después fuimos compensando y hoy por hoy estamos trabajando 9 horas, pero ya es distinto, estamos como más sentados, con mejores cimientos”, reconoció.
Dicho esto, y con la mirada en el futuro, mencionó que el porvenir “siempre es incierto”, pero “igualmente soy una laburadora, así que por eso estoy acá”. No obstante, soltó que “me gustaría seguir en la parte de la educación, sin dejar de atender obviamente, pero el perfeccionamiento en la educación es lo que más me gusta”.
