La negación de alimentos es VIOLENCIA ECONÓMICA. Una violencia invisibilizada que afecta gran parte de las mujeres -madres. -
El incumplimiento de pago de cuotas alimentarias es una problemática que actualmente atraviesa a las mujeres- madres que son quienes mayormente se encuentran bajo el cuidado y atención de los hij@s. Que, cuando ese incumplimiento es reiterado y/ó los progenitores realizan acciones para ocultar sus bienes y no cumplir con esta obligación es un claro ejemplo de violencia económica hacia la mujer, tal como lo recepta la NORMATIVA DE PROTECCIÓN INTEGRAL A LAS MUJERES LEY NRO. 26.485 Y TRATADOS INTERNACIONALES VIGENTES. -

En la gran mayoría de los casos, los progenitores utilizan estos mecanismos para “castigar y controlar” coartando así las libertades y autonomías de las mujeres- madres quienes se encuentran aún más sobrecargadas en la crianza de los hij@s ya que, todo ello impacta directamente en los derechos fundamentales de los niñ@s y adolescentes y quienes también son víctimas de estas acciones. -

Detrás de cada expediente por alimentos en un juzgado, hay historias de mujeres que diariamente sufren violencia económica y psicológica; esto se ve reflejado en madres desesperadas denunciando incumplimientos, solicitando medidas y suplicando que el progenitor “deposite”. Asimismo, esto genera muchas veces que la mujer se ponga en vínculos que no quiere tener, como seguir viendo a la persona que violenta la integridad psicofísica de ella y de los hijos, para poder recibir ese dinero, endeudándose y en consecuencia la responsable exclusiva de cubrir las necesidades de los hij@s en la cotidianidad es esa madre. -

Por lo tanto, estas cuestiones deben abordarse desde una doble perspectiva, de la infancia y adolescencia, y de género. -
La justicia no hace el enfoque en este factor distintivo del incumplimiento de la cuota alimentaria atravesado por la violencia económica, si bien hay actores sociales y profesionales que trabajamos con esta mirada, no es a diario que esto suceda. Quedando entrampados, no dando visibilidad a la revictimización de esas madres e hijos. En muchas determinaciones no se contempla el desvalimiento psíquico de la mujer y el estrés que estás estrategias y acciones del progenitor impactan sobre ellos, más allá de que el derecho es un derecho a la igualdad, en muchos casos esto no pasaría de ser una igualdad formal y no real. -

Debemos concientizarnos de que la violencia económica a través del incumpliendo de la cuota alimentaria pone en riesgo a la mujer y que ninguna mujer sin autonomía, sin justicia y sin un estado presente podrá romper con los vínculos de la violencia. -

En este 8M, una vez más vamos a dar visibilidad, utilizando “las gafas violetas”. ¿GAFAS VIOLETAS?, la metáfora fue ideada en el 2001 por la escritora Gemma Lienas en su libro juvenil en diario Violeta de Carlota, tal y como en el propio libro se indica se trata de una “una nueva manera de mirar el mundo para darse cuenta de las situaciones injustas, de desventaja de menosprecio, etc. hacia la mujer. Esta nueva mirada se consigue cuestionando los valores egocéntricos, es decir valores que se dan por buenos vistos de los ojos masculinos”. -

POR EQUIPO PSICOLEGAL ENTRE RIOS.

María Belén GÓMEZ -Abogada- MAT. C.A.E.R NRO. 10.267- (0345-154390040)
María Laura ALTAMIRANO- Licenciada en Psicología- MAT. PROV. NRO. 1.601- (0345-154156135)