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Preocupación por el abandono de la histórica "Lancha de Gonzalito" en Concordia

Jorge Roberto González, conductor y propietario de la emblemática embarcación en Concordia, expresó su inquietud por el abandono y deterioro que sufre la “lanchita” a pesar de haber sido declarada patrimonio cultural y de interés municipal.

1 de Julio de 2025

La icónica “Lancha de Gonzalito”, que durante 37 años surcó las calles de Concordia llevando alegría a generaciones de niños y siendo protagonista de innumerables eventos locales, hoy se encuentra fuera de servicio en el playón de estacionamiento del Centro de Convenciones y en un estado que preocupa a su propietario y a muchos vecinos de la ciudad.

 

Jorge Roberto González, su histórico conductor, manifestó públicamente su preocupación ante la falta de cumplimiento de la ordenanza municipal que declaró a la embarcación como Bien con Valor Patrimonial y Cultural. La norma, aprobada el 3 de septiembre de 2021 durante la intendencia interina de Alfredo Francolini, establece que es "obligación del Municipio propender a la conservación del patrimonio de la ciudad", incluyendo su refacción y reubicación adecuada, algo que, según González, no se ha cumplido en los últimos dos años.

 

 

 

"No me la dejaron desarmar en su momento para ponerla en valor, pero esto está escrito y no se puede borrar con el codo lo que se escribió. Así que reclamo o hago que la ciudad, la familia de Concordia se entere que está abandonada, está tirada" señaló el empresario en dialogo con Diario Río Uruguay.

 

En este sentido, el empresario indicó que "previa refacción y todo lo demás se iba a colocar en un lugar, en ese momento era al costado de la casa de piedra, luego en el lugar que corresponda o que tal vez se delimite, puede ser acá en la estación norte también eso no es problema. El problema es que está tirada y está declarada, nada más, es simple" detalló.

 

La ordenanza municipal destacaba que la “Lancha de Gonzalito” ha contribuido al desarrollo cultural y turístico de Concordia, siendo un símbolo de identidad local, al brindar esparcimiento, fortalecer el sentido de pertenencia y promover el valor de los bienes y servicios locales. Sin embargo, la falta de mantenimiento ha impedido que la embarcación siga cumpliendo ese rol.

 

Cabe recordar que la lancha comenzó a funcionar en 1989 y se convirtió rápidamente en una postal característica de la costanera concordiense. Decenas de generaciones disfrutaron de sus paseos, especialmente durante los fines de semana y celebraciones escolares.

 

El reclamo de González apunta a que se cumpla lo que establece el Artículo 1º de la ordenanza, que declara a la lancha de interés patrimonial y cultural, reconociendo su importancia en las tradiciones de Concordia. Mientras tanto, el emblema flotante de la ciudad permanece a la espera de una restauración que devuelva su valor y función.

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