Con un sábado que se presentó con una temperatura que superaba los 30°, un gran número de jóvenes se concentró en la playa de la pequeña localidad de Villa Urquiza, en el Departamento Paraná, a 40 kilómetros de la capital entrerriana.
Las fotos que comenzaron a circular no parecían sacadas en tiempos de pandemia por coronavirus: gente sin barbijo ni distancia social, compartiendo vasos, botellas y mate.
Incluso se difundieron videos de lo que era el aglomeramiento en la playa.
Anteriormente a estas imágenes, el pasado miércoles, el Comité de Emergencia Sanitaria (COES) local se había reunido para debatir sobre la petición de habilitaciones: una era el pedido de apertura de la Escuela Nº84 de adultos El Estibador, que fue aprobado.
La otra solicitud era la realización de actividades físicas relacionadas al fútbol. El pedido se dio por aprobado previa disposición de algunos puntos que permitan trabajar con grupos de no más de 10 personas adultas y bajo los protocolos y recomendaciones generales que han sido establecidas ante la pandemia (uso de tapabocas, sanitizante, distanciamiento, etc).
La situación que se vivió en la playa de la localidad está lejos de coincidir con las disposiciones tomadas por el COES de Villa Urquiza.
Fuente: Análisis Digital
