Mensaje de Navidad Concordia. En su mensaje pastoral, monseñor Gustavo Zurbríggen invitó a los fieles a vivir la Navidad como una verdadera preparación interior, recordando que en esta fiesta se celebra “el nacimiento del Hijo de Dios, que se hace hombre para salvarnos”.
En ese sentido, destacó que en el Niño Jesús “está toda la ternura de Dios” y que Jesucristo es “el amor del Padre y su abrazo misericordioso enviado a la humanidad”.
El obispo remarcó que la Navidad es una oportunidad para disponer el corazón y recibir a Jesús como Señor, subrayando el sentido profundo de esta celebración más allá de lo externo o material. “Recibir a Jesús es abrirse a la salvación, al perdón y a la vida eterna”, expresó.
Cristo, príncipe de la paz
En otro tramo de su mensaje, Zurbríggen retomó las palabras de San Pablo para afirmar que “Cristo es nuestra paz” y señaló que Jesús es el verdadero príncipe de la paz, una paz que tiene su fundamento en el amor.
Según indicó, Cristo viene a pacificar los corazones y las familias, para que sean espacios donde se viva la armonía, la comunión y el amor.
Asimismo, sostuvo que Jesús quiere la paz en el mundo y que convoca a cada persona a ser constructora de esa paz a través de las palabras, los gestos y la forma de relacionarse con los demás, en la vida cotidiana.
Bendición y deseos para el nuevo año
Finalmente, el obispo de Concordia llamó a recibir al Hijo de Dios hecho hombre como Salvador, e invitó a colaborar con Él “en la tarea hermosa de hacer un mundo más justo y más humano”.
En el cierre de su mensaje, deseó una Feliz Navidad a todas las familias y comunidades, impartiendo su bendición y augurando que el año que comienza sea un tiempo colmado de paz y bendiciones.
“Un abrazo fraterno para todos”, concluyó monseñor Gustavo Zurbríggen en su saludo navideño.