

En contacto con Diario Río Uruguay, la profesional detalló que “es gente de 21, 30, 31, 38 años y esas edades no fallecían el año pasado por COVID”.
“Nos llena de preocupación y de mucha angustia porque son personas que tienen una vida por delante, y si bien toda muerte es lamentable y nos preocupa; pero no es lo mismo en los jóvenes que aquellas que ya vienen con comorbilidades”, puntualizó.
Casos
Respecto al número de casos, Leiva lamentó que “seguirán aumentando” y lo que más preocupa es que “en un gran porcentaje, requerirán internación e inclusive camas críticas”.
En ese sentido, explicó que en el nosocomio “se agregan camas que a lo mejor antes se usaban para otras patologías porque la mayoría son pacientes COVID”.