


Guillermo Michel
El gobierno de Entre Ríos impulsa una ley que se presenta como un esfuerzo por restaurar la sostenibilidad de la deuda pública. El proyecto, en apariencia, busca ordenar el perfil de vencimientos para evitar crisis de liquidez y aliviar el peso del endeudamiento sobre las finanzas provinciales.
Sin embargo, detrás de esa fachada técnica, el verdadero objetivo es autorizar al Ejecutivo a endeudarse por hasta USD 500 millones sin controles, sin objetivos claros y sin establecer ningún sendero real de sostenibilidad.
Un poco de historia
En febrero de 2017 Entre Ríos colocó USD 350 millones al 8,75%. En noviembre del mismo año amplió la colocación en USD 150 millones al 7,55% anual. Santander, HSBC y Citibank fueron los colocadores y más de 50 fondos ofertaron. Esa colocación se devolvía en 6 cuotas semestrales a partir de 2023. Política de endeudamiento impulsada en todas las provincias por el entonces ministro del Interior del gobierno de Cambiemos.
En 2020 se reestructuró la deuda pasándose a devolver el capital en 12 cuotas semestrales consecutivas a partir de febrero de 2023 hasta el 8 de agosto de 2028 con un esquema escalonado y más beneficioso de tasas de interés: 5% hasta agosto de 2022; 5,75% hasta febrero de 2023; 8,1% hasta agosto de 2023 y 8,25% hasta el vencimiento. Esto arrojaba una tasa promedio de 7%. El tenedor de la mayoría de bonos con el que se negoció la reestructuración fue VR Capital. La provincia ya canceló el capital de las cuotas del 2023, 2024 y febrero de 2025. Ahora tiene que depositar la de agosto de 2025.
¿Qué busca Frigerio? Postergar la amortización de capital de los vencimientos del 2026, 2027 y 2028 (que son USD 250 millones de capital más el interés respectivo) y, además, tomar nueva deuda —“new money”, en la jerga financiera— por USD 500 millones adicionales a una tasa no inferior al 12% anual.
En otras palabras, se "patea" al próximo gobierno los vencimientos de este mandato y, además, se toma nueva deuda al 12%. En total, USD 750 M de capital. Esto además de la deuda local que ya supera el billón de pesos.
Esta deuda es una bomba de tiempo para todos los entrerrianos y para el próximo gobernador que se tenga que hacer cargo de la provincia cuando Frigerio se vuelva a Buenos Aires.