La noche de este jueves dejó un espectáculo inolvidable para quienes levantaron la vista hacia el cielo en Concordia y la región. Se trató de la última superluna del mes de diciembre, un fenómeno que ocurre cuando la Luna se encuentra en su punto más cercano a la Tierra y, por lo tanto, se aprecia con un tamaño aparente mayor y un brillo notablemente más intenso.
Esta superluna —la última del año— ofreció un despliegue que pudo verse con claridad desde distintos puntos de la ciudad, donde numerosos vecinos registraron fotografías que muestran su imponencia sobre el cielo concordiense.
Una superluna excepcional
Lo que volvió aún más particular al fenómeno es que astrónomos estiman que un evento de similar magnitud, tanto en luminosidad como en tamaño aparente, no volverá a repetirse hasta dentro de aproximadamente dos décadas. Las condiciones orbitales que coincidieron este jueves permitirán recién en unos 20 años que la población vuelva a observar una superluna con estas características.
El satélite natural se observó más grande y más brillante de lo habitual, generando un tono cálido al elevarse sobre el horizonte y reflejando una luz que alcanzó a destacar incluso en zonas con intensa iluminación artificial.
Concordia, con la mirada al cielo
Vecinos de barrios del centro, la zona sur, la costanera y sectores periféricos compartieron fotografías donde la superluna domina el paisaje nocturno. Algunas imágenes captadas desde la ribera del río Uruguay muestran al satélite reflejándose sobre el agua, mientras que otras tomadas desde distintos puntos altos de la ciudad permiten apreciar la intensidad del brillo que emitió durante varias horas.
La claridad del cielo y la estabilidad atmosférica contribuyeron para que la observación fuera óptima, permitiendo que incluso quienes no estaban atentos al fenómeno quedaran sorprendidos por el tamaño y luminosidad del satélite.
Un fenómeno para recordar
La superluna de este jueves quedará registrada como una de las más impactantes que pudo observar Concordia en los últimos años. Quienes tuvieron la oportunidad de verla coinciden en que ofreció un espectáculo difícil de repetir.
Y aunque pasarán cerca de 20 años hasta que un fenómeno similar vuelva a presentarse, las imágenes tomadas por vecinos de la ciudad ya funcionan como testimonio de una noche en la que la Luna regaló una postal única para cerrar el año astronómico.
La salida del astro captada por el fotógrafo Nacho Rollano