En contacto con Diario Río Uruguay, el magistrado destacó el accionar de cada una de las partes que intervinieron en la inédita experiencia, dado que “fue muy difícil tener esa cantidad de gente en un espacio cerrado, con las normas de bioseguridad”.

El jurado popular

Bastián detalló que si bien “la causa en sí no tenía ninguna distinción con otras de un lamentable homicidio”, el rol del jurado popular “a mí me sorprendió gratamente”.

“Por ahí se piensa que el jurado puede hacer lo que quiera y no es así, sino que debe responder al marco tanto procesal como jurídico en el cual debe basar su decisión”, agregó.

Además, a su entender, las partes intervinientes “se adecuaron y fue raro ver a los abogados parados frente al jurado, explicando las posiciones, con terminología distinta”.

“Fue todo una aventura, espero que se repita porque significa la democratización máxima que se pueda aspirar del pueblo en el Poder Judicial”, remató.