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Conmovedora lucha de la pequeña entrerriana que enfrentó una compleja enfermedad hepática

Logró superar un trasplante de hígado en condiciones críticas. Tras meses de lucha en el hospital Garrahan, finalmente recibió el alta médica y pudo regresar a su hogar en San Salvador, junto a su familia.

16 de Julio de 2025
Renata y su hermana gemela, nacieron en condiciones prematuras.

En una conmovedora historia que refleja la fortaleza de una familia y el compromiso del sistema de salud, Renata, una bebé que enfrentó una compleja enfermedad hepática desde su nacimiento, logró superar un trasplante de hígado en condiciones críticas. Este logro, alcanzado en el hospital Garrahan, no solo marcó un hito en su vida, sino también en la de sus padres, Fátima y José Vargas, quienes nunca perdieron la fe y lucharon incansablemente por la vida de su hija.

 

Renata y su hermana gemela, Morena, nacieron el 3 de mayo de 2024 en condiciones prematuras. Desde entonces, la salud de Renata presentó complicaciones severas. "Pasamos unos momentos muy críticos. La verdad que fue una cosa sorprendente para nosotros porque era todo por primera vez", comentó José Vargas. La familia vivió un peregrinaje médico que los llevó desde su ciudad natal hasta hospitales en Paraná, Rosario y, finalmente, a Buenos Aires.

 

Diagnóstico incierto y una lucha constante

 

Los médicos detectaron que el hígado de Renata estaba gravemente afectado. Aunque inicialmente sospecharon de una enfermedad metabólica poco común, los estudios realizados en laboratorios de Brasil y Estados Unidos no lograron identificar con precisión la causa.

 

"Cuando abrieron para hacer una biopsia, ya estaba el hígado duro, verde, cirroso", relató Fátima entre lágrimas. La situación de Renata se volvía cada vez más crítica, y los días se convirtieron en una constante espera.

 

Renata no ganaba peso, una condición esencial para ser candidata a un trasplante. "Ella pesaba un kilo y medio. Necesitaba un pedacito chiquitito de hígado, pero no había donantes compatibles con su peso", explicó José. Durante este tiempo, la familia permaneció en estado de alerta constante, enfrentando noches interminables en el hospital y situaciones emocionales extremas. La esperanza parecía desvanecerse, pero los padres nunca perdieron la fe.

 

La decisión de la familia: Un sacrificio por Renata

 

A pesar de las adversidades, la familia nunca perdió las esperanzas. "Siempre oramos, oramos, oramos. Nunca perdimos la fe", enfatizó José. En un momento crucial, Andrea Morínico, hermana de Fátima, se ofreció como donante. "Dijo sí al toque". El sacrificio de Andrea se convirtió en una luz de esperanza para los padres, quienes se enfrentaban a la posibilidad de perder a su hija.

 

El procedimiento quirúrgico representaba un riesgo extremo debido al estado crítico de Renata. "Los doctores nos dijeron que había alta probabilidad de muerte antes, durante o después del trasplante", señalaron.

 

A pesar de las advertencias, la operación se llevó a cabo con éxito. Renata soportó las ocho horas de cirugía en condiciones estables, algo que los médicos calificaron como "increíble". "Esas ocho horas fueron terribles para nosotros. Estábamos afuera del quirófano con mucha ansiedad", confesaron los papás.

 

La recuperación: un largo camino por recorrer

 

Tras la operación, los médicos indicaron que las primeras 72 horas serían cruciales para evaluar la evolución de Renata. La familia permaneció junto a ella todo ese tiempo, enfrentando cada momento con valentía y esperanza.

 

Aunque el trasplante fue exitoso, Renata continuó enfrentando desafíos médicos. Requirió múltiples intervenciones quirúrgicas adicionales debido a complicaciones como sangrados digestivos y problemas respiratorios que llevaron a la necesidad de realizarle una traqueotomía.

 

"Fue un momento horrible. Estábamos contentos por el trasplante, pero a la vez pasando mucha ansiedad", comentaron. A pesar de estas dificultades, la familia encontró consuelo en el apoyo del personal del Garrahan.

 

"Hay tanta gente tan buena en ese sector. La contención emocional fue fundamental", destacaron al referirse a los médicos, enfermeros y psicólogos que los acompañaron durante todo el proceso.

 

Un futuro incierto pero lleno de esperanza

 

Tras meses de lucha en el hospital, Renata finalmente recibió el alta médica y pudo regresar a su hogar en San Salvador junto a su familia. Sin embargo, su recuperación continúa siendo delicada. Requiere medicación inmunosupresora de por vida para evitar el rechazo del hígado trasplantado y cuidados estrictos para prevenir infecciones.

 

"El medicamento que toma hace que sus defensas estén bajas. Por eso tenemos que ser muy cuidadosos con el lavado de manos y evitar resfriados", explicaron.

 

La familia Vargas, consciente de los costos asociados con el tratamiento de Renata, ha emprendido campañas para recaudar fondos. Para aquellos que deseen ayudar, pueden donar a través del alias: chengo2613.

 

A lo largo de esta travesía, la familia ha recibido un inmenso apoyo por parte de amigos, conocidos y desconocidos que siguieron su historia a través de redes sociales y otros medios. "La oración de la gente fue fundamental. Recibimos mensajes y llamadas todo el tiempo", dijeron conmovidos.

 

Fuente: Mercurio Noticias